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lunes, 25 de mayo de 2015

Venganza

Cuesta encontrar el equilibrio entre el bien y el mal, esa franja tan inestable que puedes pasar de un lado a otro sin darte cuenta.
Los humanos somos muy complejos, nos herimos los unos a los otros sin darnos cuenta y eso crea una enemistad que te perseguirá para siempre pudiendo evitarlo con anterioridad.
Las tonterías que nos llevan a hacer estas barbaridades son los propios sentimientos naturales como la vida misma, el cansancio, la vagueza, la pereza y hasta la felicidad. ¡Son tan estúpidos los humanos! Y lo digo yo como si no fuera parte de ellos, no cesamos de cometer un error tras otro, cansando a la gente de nuestro alrededor y cuando esto pasa pueden reaccionar de distintas formas y eso nos lleva a la forma más dulce de todas: La venganza, tan fría y pura como el universo.
Pienso en la reacción de otras personas como gritar o manifestar su descontento es mucho más amable, pero la venganza es la mejor y la peor forma de mostrar nuestro descontento hacia alguien, si la formulas bien la puedes saborear como un postre, lenta y cuidadosamente. Si sale mal la decepción durará más que el enfado que pudieras tener.

Por lo tanto, ¿Es bueno vengarse? No sabría cómo resolver este punto enseguida, hay quien dice que no lleva a ninguna parte, que la satisfacción que se siente es falsa, vacía y sin valor, pero aun así nos hace sentirnos vivos y esa es la desgracia del ser humano, hacer daño y más daño hasta que el ojo por ojo haga que todos nos quedemos ciegos.

jueves, 20 de noviembre de 2014

El sueño

El sueño amenaza con apoderarse de mí, me arrastra hasta un  mundo distinto, una nueva realidad de la que no se si quiero salir.
Estoy en un pasillo lleno de puertas, miles de colores se aglutinan enfrente, en una puerta abierta sin dejarme ver el interior.  Sé que debo ir hacia la puerta, pero los colores me abruman, les tengo miedo…
A mi espalda solo veo sombras, estas me empujan contra las paredes produciéndome una sensación de asfixia. Me falta el aire, doy patadas torpes contra ellas pero resultan inútiles, solo absorben el golpe y me lo devuelven con  más fuerza, me aprisionan…
Quiero salir de aquí, quiero luchar, quiero ir a la puerta de colores, pero es muy tarde para mí, observo de reojo la puerta, los colores se han apartado y allí hay un prado, en él un banco color blanco, el perfecto sitio para descansar.
De mis ojos desbordan lágrimas de arrepentimiento, si no hubiera dudado… si hubiera cruzado la puerta… Si hubiera tomado la decisión…
Las sombras no se achantan antes mis lágrimas desconsoladas, me tiro al suelo y por alguna razón las sombras me dejan hacerlo. Ellas no quieren que luche, quieren hundirme…
Me quito las lágrimas de la cara con un manotazo y me levanto con decisión, no voy a permitir que las sombras me desquicien. Camino con disposición hacia la puerta y las sombras se apartan de mi camino. Ya no tengo miedo,  no necesito llorar, avanzo por el pasillo y cruzo el umbral de la puerta.

Y entonces, despierto.

lunes, 30 de junio de 2014

Felicidad

La felicidad es un sentimiento,  una sensación que nos invita a levitar en un estado de embriaguez permanente.
Hace que elevar la sonrisa y la música suave de la risa.
La felicidad nos hace reír de una forma escandalosa,  cuando es más fuerte, es más hermosa.
Lo bueno de la felicidad es que todo lo que no te hace feliz no importa, todo es risa y el presente que nos rodea.
Lo más hermoso de la felicidad son las lágrimas, que son completamente diferentes a las de tristeza. Las lágrimas de felicidad son dulces, no amargas. Aparecen cuando tu cuerpo, cuando tu ser, son felices por dentro,  cuando tu alma esta completamente llena, entonces unas pequeñas gotitas se derraman en tus mejillas produciendote una sensación de paz completa, al fin y al cabo, FELICIDAD.

viernes, 13 de junio de 2014

Tiempos de espera

Las cosas cambian, el tiempo pasa de una manera que los humanos nunca lograremos entender. Las sonrisas y caricias que el ser humano ha desperdiciado a lo largo de los siglos es un numero infinito de tristeza y falsa adulación. 
La confianza que rinde ante otro semejante es sin duda un misterio. ¿Por qué los humanos nos confiamos tan pronto de un semejante? Aunque esto no ocurre siempre, a veces no conseguimos confiarnos de una persona que nos cae bien y eso es frustante porque nuestra naturaleza nos impide relacionarnos.
Sin duda alguna, somos más ignorantes de lo que creemos, nada ni nadie cambiará ese hecho.

martes, 13 de mayo de 2014

Rumbo a la vida

Ya no me reconozco, no soy capaz de sentir lo que antes sentía. No se cómo volver a querer algo con tanto fervor como lo hacía antes.
Mi mente a cambiado, soy otra persona y sin embargo, tras estos cambios, no puedo ser más feliz. Me encuentro en una situación que nunca antes he vivido ¡es tan gratificante! Es una locura, pero por fin he encontrado el rumbo, por fin tengo las riendas de mi vida y espoleo sin parar al caballo invisible que me lleva.

La madurez cada vez me suena más ridícula, aquello que yo sentía no era más que una simpleza comparada con lo que siento actualmente, me siento libre, como un pájaro en pleno vuelo, libre de experimentar, de soñar, de al fin y al cabo vivir.

jueves, 17 de abril de 2014

La nueva era

El tiempo hace grandes estragos en el ser humano. Todo cambia con el tiempo y en tan poco…
Un tiempo de reflexión me temo, de acostumbrarse a nuevas situaciones, de soñar de nuevo en un mundo limpio, un futuro de cosas por descubrir, sin embargo siento tanto miedo…
No sé que me espera en el camino infinito de piedras, no me importa caerme, de una caída se puede levantar, tengo miedo de quien me tire al suelo de piedras afiladas.
Cada vez desconfío más de las personas y es una verdadera pena, pero no encuentro razones con fundamento para seguir confiando ciegamente en algo o alguien.
El tiempo me ha enseñado a saber recibir el golpe y cada vez, con cada golpe, la cicatriz es más grande. Siento que cada vez soy peor persona, cada día soy más fría con lo que me rodea, cada vez tengo menos sentimientos de arrepentimiento por hacer cosas malas.
Una voz me grita dentro de mí que está mal, pero no soy capaz de escucharla, es como un murmullo en el fondo de una habitación llena de gente, tan inútil como el sollozo de una perdida.


jueves, 20 de marzo de 2014

Ser y vivir

Es  curioso ver cómo pasan los años, como cambian las situaciones y los diversos puntos de vista.
Los errores del pasado, deslices del pasado que en su momento fueron grandes ideas, grandes experiencias, que no serian hoy errores si no hubiera cambiado la situación.
Yo, la chica que creía que no cometía errores, al menos no tantos como los demás. La chica “adulta” y “responsable” que pensaba las cosas dos veces.
Esa chica que creía en el amor verdadero, en la amistad que podía cruzar continentes y nunca llegaba a su fin, esa chica soñadora que creía que el mundo podía mejorar, ser felices en una unidad, creía en las personas, esa chica que veía a una persona y sabía a ciencia cierta que la conocía de algo, aunque nunca la hubiese visto.
Esa chica que ahora me parece una niña con muñecas intentando jugar a juegos de adultos, con ilusiones y sueños imposibles, que ha hecho de su futuro un sitio peor, más doloroso y sentimental, de una alma que necesita expresar lo que no dice en una hoja de papel, sobre un teclado, por miedo a las respuestas y reacciones que esto pueda ocasionar.
Me pregunto qué pensare de mi misma de aquí a unos años, ¿Qué pensare sobre lo que estoy pensando en estos momentos?
Cada día soy más mayor y cada día me siento más pequeña, un ser sin experiencia que tanto ansían las personas. Carente del sentido de la vida, sin años sobre mis hombros, sin heridas en las manos y sudor en mi frente.
Pero ¿Qué he de hacer? Cada golpe que recibo me parece el fin, el peso más grande que recibo y cuando pasa el tiempo, ese maldito bastardo, veo que ese golpe era una caricia del viento, una brisa comparada con lo que viene nuevo.
¿Por qué el tiempo pesa tanto?  ¿Por qué somos tan frágiles ante él? Ese peso que cargo sobre los hombros para después arrogarlo sin piedad para cargar uno con más peso.
Estás enseñanzas que solo hacen que me sienta ridícula de un año para otro, ese sentimiento de vergüenza hacia tu propia persona.
¿Así es como me ve el mundo? Como una adolescente ridícula, que no entiende nada, que no ha vivido suficiente como para juzgar al tiempo, a la vida.

Si esto es así, la vida es un círculo interminable de decepciones y tragedias, de belleza y a la vez dolor infringido por ti misma, por tu pasado, por tu futuro…