Es curioso ver cómo
pasan los años, como cambian las situaciones y los diversos puntos de vista.
Los errores del pasado, deslices del pasado que en su momento
fueron grandes ideas, grandes experiencias, que no serian hoy errores si no
hubiera cambiado la situación.
Yo, la chica que creía que no cometía errores, al menos no
tantos como los demás. La chica “adulta” y “responsable” que pensaba las cosas
dos veces.
Esa chica que creía en el amor verdadero, en la amistad que podía
cruzar continentes y nunca llegaba a su fin, esa chica soñadora que creía que
el mundo podía mejorar, ser felices en una unidad, creía en las personas, esa chica
que veía a una persona y sabía a ciencia cierta que la conocía de algo, aunque
nunca la hubiese visto.
Esa chica que ahora me parece una niña con muñecas
intentando jugar a juegos de adultos, con ilusiones y sueños imposibles, que ha
hecho de su futuro un sitio peor, más doloroso y sentimental, de una alma que
necesita expresar lo que no dice en una hoja de papel, sobre un teclado, por
miedo a las respuestas y reacciones que esto pueda ocasionar.
Me pregunto qué pensare de mi misma de aquí a unos años, ¿Qué
pensare sobre lo que estoy pensando en estos momentos?
Cada día soy más mayor y cada día me siento más pequeña, un
ser sin experiencia que tanto ansían las personas. Carente del sentido de la
vida, sin años sobre mis hombros, sin heridas en las manos y sudor en mi
frente.
Pero ¿Qué he de hacer? Cada golpe que recibo me parece el
fin, el peso más grande que recibo y cuando pasa el tiempo, ese maldito
bastardo, veo que ese golpe era una caricia del viento, una brisa comparada con
lo que viene nuevo.
¿Por qué el tiempo pesa tanto? ¿Por qué somos tan frágiles ante él? Ese peso
que cargo sobre los hombros para después arrogarlo sin piedad para cargar uno
con más peso.
Estás enseñanzas que solo hacen que me sienta ridícula de un
año para otro, ese sentimiento de vergüenza hacia tu propia persona.
¿Así es como me ve el mundo? Como una adolescente ridícula,
que no entiende nada, que no ha vivido suficiente como para juzgar al tiempo, a
la vida.
Si esto es así, la vida es un círculo interminable de
decepciones y tragedias, de belleza y a la vez dolor infringido por ti misma,
por tu pasado, por tu futuro…