Tinieblas

Tinieblas que engullen parte de las finas fibras que envuelven el alma. Comienzos de un mundo transformista, inconformista y magnifico.

Sentimientos que formulan preguntas, directas, devastadoras, luces oscuras que no logran encontrar la claridad de la oscuridad más siniestra, la mente del ser humano.

Las cosas no suceden como se planean, si imaginas algo puro, maravilloso, algo vendrá a romperlo, destrozándolo como las llamas que engullen un bosque. Puede que encuentres algo hermoso y este caerá tan fácil como ha sido imaginado, devastando a su paso todo lo que encuentre.

A veces sueño con un mundo mejor, lleno de armonía y felicidad. Sin odio, sin engaño alguno, solo una silenciosa y relajante paz.

Ese sitio tiene una imagen, cambia de forma conforme pasa el tiempo, pero siempre mantiene el estado reconfortante.

Un prado verde, lleno de árboles y aire puro. Una cascada al fondo que produce un sonido que incita a un sueño eterno, un río que sale de la misma y recorre su agua cristalina toda su extensión hasta perderse en el horizonte.

Hay una piedra plana en su orilla, perfecta para sentarse y quitarse esos zapatos que tanto incomodan, al meter los pies en el agua  se siente la frescura del agua, su pureza limpia por dentro, pero esta no es helada, sino reconfortante.

Cierras los ojos, se oye de fondo el murmullo del agua, algún pájaro que canta al nuevo día, la caricia cálida del sol  calienta el rostro produciendo un estado de relajación total.

Pero la realidad no es así, esto solo es el interior de mi mente cuando intenta olvidar algo, un mal sueño, una pesadilla terrorífica, irrealmente real.

En el mundo real hay una sombra, te levantas de la piedra cálida y la miras con curiosidad, esta se aleja y tú la sigues con premura. Te lleva al bosque y sin pensar, te alejas del prado, entonces, te pierdes y todo son sombras, la oscuridad te confunde y estas asustada. Te agachas, envolviéndote con tu propio  cuerpo, mientras sollozas completamente sola, en ese momento hay un profundo silencio, un silencio amargo que te consume, entonces te arrepientes de ese momento, de haber dejado la cascada, pero ya no hay vuelta atrás, nunca la hay…